Hace unos días fui a una tienda en Marquelia a surtirme de agua y bebidas refrescantes necesarias para enfrentar varias horas de trabajo, eran como a las 7:00 p.m. entré a la tienda, la propietaria estaba como hipnotizada con la telenovela, mientras tomaba mi mercancía escuché de pasadita los diálogos de la televisión que tenía mucho volumen, pues hacía mucho ruido del tránsito en el boulevard como de niños que jugaban.
No se que telenovela era, pero los conocedores de los horarios televisivos podrán calcular fácilmente el nombre de la telenovela, el dialogo era más o menos así:
__ La situación está muy difícil, mi hija no encuentra empleo. Dijo uno.
__ Y el gobierno que no hace nada, y todo está cada vez más caro. Agregó alguien más
__ Si, quien sabe a donde vamos a dar, dijo el primero.
Entonces entra en acción el erudito: __ El problema no es de México, sino de la grave recesión que hay en Estados Unidos.
__ Haber, ¿como está eso?, dijo alguien.
__ Pues sucede que en Estados Unidos están sufriendo una crisis que hace que las bolsas de valores estén muy inestables, lo que causa que no haya desconfianza de los inversionistas, y por eso en México estamos sufriendo los efectos…
__ Ha, es por eso, dicen a coro los demás.
Bueno ya vemos como nuestro efectivo sistema de gobierno utiliza a las telenovelas para explicar la gravedad de la situación económica que estamos viviendo, y como tienen un inmenso auditorio cautivo en las historias de las que nunca serán protagonistas, pero se identifican con algún personaje, aprovechan este medio para sus mensajes implícitos en la trama.
