2/1/08

El tiempo de nuestras vidas…

Nuestra vida, nuestro entorno y nuestro tiempo están regidas por un patrón que se llama CICLO, un proceso inevitable de constantes que inician, cumplen con su objetivo y terminan, dentro de los infinitos procesos de nuestra realidad. Segundos, horas, días, meses, años, décadas, siglos, ciclo del agua, ciclo de la vida, estaciones que se suceden unas a otras y un largo etc.

En estos días estamos iniciando un año más, nosotros estamos acostumbrados a ellos, porque la naturaleza nos ha acostumbrado a los ciclos, que de una forma innata cumplimos siguiendo nuestros más primitivos instintos.

¿Pero a que viene tanta palabrería?, pondré un ejemplo:


Me gusta mucho ver documentales de la vida natural, sobre todo en Internet o revistas, ya que no soy muy dado a la T.v. y he encontrado artículos donde pueden predecir exactamente que día y qué hora ciertos animales salen del mar o de la tierra a aparearse, por millones, como si tuvieran un llamado que sólo sus minúsculos cerebros oyen, y año tras año puntualmente asisten a la cita, sin importar que sus depredadores los estén esperando, o la migración de las aves, que año tras año en la misma época emigran, por el mismo lugar donde lo han hecho sus ancestros durante miles y miles de años, en nuestro país tenemos a las muy famosas mariposas monarcas…

Pues los humanos aún tenemos algo de ese instinto, aunque nuestro pretencioso cerebro piense que no es cierto, que todo lo tenemos bajo control.


Imaginen que una especie superior a nosotros, nos está estudiando, analiza nuestra forma de vida, estudia lo que hacemos, los edificios, nuestra organización, descubre que posiblemente nos comunicamos, y de repente, mientras filman lo que estamos haciendo, ven que todos al mismo tiempo empiezan a salir de nuestra madriguera, trepamos a nuestros vehículos y nos vamos a una playa, sin importarnos las aglomeraciones, ni lo caro que los comerciantes venden todo a los turistas, (estos son los depredadores), y estos seres superiores a nosotros, se darán cuenta que en la tierra todo consta de ciclos y migraciones misteriosamente calculadas y misteriosamente exactas.

El día de ayer la ciudad de Ometepec, como todas las ciudades se veía desierta, unos cuantos despistados andábamos por las calles, mientras que una inmensa fila de carros se dirigía hacia las playas de la región, en el transcurso del día, en las playas no cabía ni un alfiler; y en la tarde el éxodo de vuelta a sus lugares de origen

Bueno, perdón por el rollo, para compensarlos ahí les dejo un video chido:




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