Las fiestas de diciembre cada vez se alejan más, y se empieza a sentir el peso del tiempo en bruto, porque no es un secreto que esas fechas como que exhalan una atmósfera tipo "buena onda", que hace que las emociones se vayan al extremo... la soledad de los solitarios se vuelve patológica, los enamorados más enamorados y la unidad familiar se haga más estrecha... pero en fin... ya para el día 6 de diciembre cuando se festejan a los míticos "Reyes del Oriente", y son las últimas fiestas de fin e inicio de año, es común en Ometepec que las capillas que hay en cada barrio organicen una marcha con pastoras, creo que es una versión más solemne de las pastorelas que hacen en otros lugares donde se hacen parodias y otras cosas.. son más cómicas.. las de acá no... son más sacras. En la época de Navidad, las pastoras van de casa en casa.. cantando unas canciocillas tan añejas como sus vestuarios.
Pero bueno.. el punto es que el día seis de enero, ya hace algunas semanas, tomé unas fotos que se quedaron relegadas por ahí, de las dichosas pastoras y reyes del oriente, ya para el 6 de enero se agregan los reyes a la procesión de pastoras, yo no sabía que también se les agregaban diablos.. pero los tiempos cambian.
Ese día andaba en la calle cuando me topé con ellos, me llamaron la atención los diablitos, todos pintados de negro con unas alas muy originales, lo grave es que iban por un lado del bulevar... y detrás de ellos una cola inmensa de automóviles... todos a la velocidad de los dichosos reyes del oriente a vuelta de rueda... Lo curioso es que la gente parece resignada, como si fueran gajes de la vida.
Pero en fin eso es mi pueblo... es mi tierra, mi gente, donde gobierna la ley del "jaiga sido, como jaiga sido".