A diferencia de los países del primer mundo, donde las 4 estaciones del año legalmente constituídas por la fuerza de la costumbre y la mercadotecnia, en la Costa Chica las cosas son muy diferentes, técnicamente estamos en invierno, pero el de esta región es igual en todo el año.
En esta región únicamente conocemos dos temporadas, la de lluvias y las "secas", la primera consta de finales de mayo hasta octubre o noviembre aproximadamente, y la segunda el resto del tiempo. En la temporada de lluvias todo se llena de color, los campos se ven de un verde intenso ha hierba está floreciente, hasta los animales tambien parecen florecer.
En cambio cuando las lluvias terminan, todo empieza a ponerse gris, la selva que hay en estos lugares (o que debería haber), es del tipo caducifolia, o sea que se les caen las hojas durante la sequí y los árboles parecen marchitos, la hierba se seca, lo que da lugar a muchos incendios forestales, algunos accidentales otros por descuidos o provocados por pirómanos.
Esta época se me hace deprimente, me gusta mucho el colorido de la época de lluvias, cuando todo florece, cuando cualquier lugar se cubre de hierba y de flores. Actualmente, a inicios de febrero del 2008, aún se ven unas flores desnutridas de una parra que ha sobrevivido al sol abrazador del medio día, en contraste con la viveza del mes de octubre, cuando tomé la primera foto.
Conforme avanza el estío, empiezan a aparecer la basura, los pásticos, las botellas que la planta ocultaba a nuestra vista.
