22/10/07

Lo sensacional del sensacionalismo



Es un “vochito” que a primera vista se ve que ya vivió sus mejores épocas, se nota que fue taxi en Acapulco, de los que traen las salpicaderas pintadas, anda con una bocina monoaural (altavoz) con una grabación de una voz que parece desgañitándose, y cito: “compre el periódico, mire, aquí traemos la foto, lo degollaron, lo asesinaron, de se cuenta, aquí viene la foto” y anda por las colonias populares de la ciudad de Ometepec y se mete en las comunidades donde no hay bibliotecas, porque no son necesarias, pero la gente sabe leer.


Esos periódicos cuentan a lo más con 4 páginas, a veces son una edición especial de un periódico muy importante a nivel estatal, o son algunos que traen desde la capital del Estado, Chilpancingo, pero tiene alguna noticia regional y es sangrienta o escandalosa o ambas, y ellos aprovechan la ocasión, ellos saben que eso vende, que hay una curiosidad morbosa y hasta una satisfacción en los compradores, de saber que alguien que vive en su mismo pueblo, hizo algo malo o sangriento… o fue la víctima, los estudiosos cuentan que la satisfacción viene, en parte, de saberse a salvo, cuando la tragedia visita a una persona cercana.
Ellos ya le tomaron la medida al morbo de las personas, y saben que muchas personas no leen algo si no tiene fotos, por eso las fotos son grandes, muy resaltadas, el texto, casi siempre es poco, nomás relatan el suceso y dicen quien era o quien lo hizo, andan por la calles gritando: “compre el periódico, mire, aquí traemos la foto, lo degollaron, lo asesinaron, de se cuenta, aquí viene la foto, mírelo, véalo, conózcalo, cómprelo, cómprelo, aquí viene retratado, solo le cuesta DIEZ PESOSSSS