10/10/07

El naufragio de tantas certidumbres



Un amigo me comentó que hoy se sentía pesimista, que sentía que su vida se había salido de control, aunque es relativamente joven, se siente agraviado por la vida, no tanto por la vida, sino por circunstancias adversas que de alguna manera le han impedido llevar a cabo plenamente su plan existencial.

Entre sus confidencias me dice que terminó aceptando las situaciones que la vida le había planteado, pues al menos tiene una profesión y un trabajo agradable y aceptable, con el cual provee para sus necesidades y de su familia. Cualquiera en esas condiciones sería un hombre feliz, pero el se siente incompleto.

Siente que su vida no ha tenido la suficiente aventura, que no ha vivido plenamente y que algunas cosas ya se volvieron una rutina tediosa y que a veces quisiera dejar todo e irse a cualquier lugar y hacer cosas que lo alejen de su cotidianeidad, si no estuviera atado a tantas cosas, no tendría impedimentos. Y más porque sabe que algunos que el consideraba amigos, realmente no lo son, sino que tienen una actitud hipócrita y en cuanto tienen oportunidad lo difaman o calumnian, y esto, más que todo lo demás; ya no le permiten trabajar con la confianza y seguridad que antes.

¿Qué hacer en una circunstancia así?, ¿hay que enfrentar a los señores “doble moral”?, ¿es sólo una etapa nomás? O ¿es necesario cambiar completamente de rutina, trabajo y elaborar nuevos planes?, ¿es acaso parte de un ciclo que está a punto de cerrarse?...

No supe que contestar, no supe dar un consejo adecuado, no dije nada, porque me di cuenta que su historia no es muy diferente a la mía en muchos sentidos… y lo que es más triste es que alguien ya decretó que NO SOY UN GENIO, y yo que tan emocionado estaba con eso…